Perdido en los pasillos de la inexperiencia, bajo noches de tardía inocencia, ahora soy quien extraña tu suave piel, y también el que no sabe qué hacer.
La boca no pudo expresar lo que el corazón ansiaba, y cuando supo decirlo el alma estaba ya helada. En los ríos corrían la leche y la miel, ahora todo verbo se conjuga en pasado. Besos sin destino, tirados en el vado.
Entre el orgullo y la ignorancia, ardo en deseos de tenerte, pues por más que lo intento no puedo olvidarte.
La constelación de estrellas guía al sabio, pero confunde al necio demente. Nadie como tú en los ayeres, difícilmente alguien como tú en el mañana. Espero no haberlo perdido todo, en aquella noche tan extraña.
La boca no pudo expresar lo que el corazón ansiaba, y cuando supo decirlo el alma estaba ya helada. En los ríos corrían la leche y la miel, ahora todo verbo se conjuga en pasado. Besos sin destino, tirados en el vado.
Entre el orgullo y la ignorancia, ardo en deseos de tenerte, pues por más que lo intento no puedo olvidarte.
La constelación de estrellas guía al sabio, pero confunde al necio demente. Nadie como tú en los ayeres, difícilmente alguien como tú en el mañana. Espero no haberlo perdido todo, en aquella noche tan extraña.
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