miércoles, 29 de diciembre de 2010

(¿Es mi?) Vida

Testigo de decadencia, el tiempo, se sabe también culpable; nos mira desfilar uno tras otros, haciéndonos creer que de alguna manera permaneceremos. Somos tantos y permanecer es imposible, hasta para unos cuantos. Hay quienes corren cierta suerte, pero ¿qué tanto corresponde la imagen que tenemos de Platón al verdadero hombre que respondió a tal nombre? Por otro lado ¿cuánto crees que tarde en borrarse por completo su recuerdo? Hay días en que estoy cansado desde el amanecer y me sorprendo de la gente que desea vivir todo el tiempo que le sea posible y mucho más. Más que a la muerte, confieso un terror terrible a la vejez. La decadencia en vida es lo que realmente me asusta, mientras me divierto con los individuos que centran sus esfuerzos en crear dinastías o en aquellos que acumulan tesoros materiales como si fueran a vivir por siempre. La ciencia hace lo que puede para prolongar la juventud, pero al final todo ese esfuerzo prueba ser en vano. Alguien dijo que lo principal en la vida es precisamente ‘vivir’, sólo conocemos lo que tenemos y del ‘más allá’ no hay garantías palpables. Creo en una religión, sólo por si las dudas, tal como hizo Pascal. Pero en el fondo sólo creo en aquello que considero moralmente bueno, o mortalmente malo. Gran parte de los dogmas religiosos tienen la única función real de ser ignorados. Todo esto puede sonar a desencanto; igual y sí, no son palabras definitivas, mañana pudiera pensar distinto (aunque realmente lo dudo).

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