lunes, 9 de junio de 2008

Buñuel y Viridiana

Yo sólo he visto Viridiana, y algunas escenas de los olvidados que preferiría ignorar. Me gusta lo mucho que dicen las palabras en sus películas, pero me gusta más el universo de imágenes y que el espectador se las interprete a su manera y de acuerdo a sus propias experiencias, eso para mí es arte, no dar todo digerido a la gente fomentando la pereza de pensamiento. Blanco y negro, religión y sexualidad en toneladas, ¿en verdad el tío tenía alguna fijación en la niña que salta la cuerda?, o será que la sospecha es sólo mía. Sospecha también el fetichismo chino de Buñuel por los pies, pero no sé, tendría que ver más películas de él. En México se presume mucho de actrices internacionales, y siempre salen a mención tres: Dolores del Río, María Félix y Salma Hayek. De la primera casi nos estamos olvidando, de la segunda aún hay ecos de sus incendiarias declaraciones y su reciente muerte hace que se le recuerde, de la tercera, bueno se acaba de casar con un magnate. No digo que ninguna de ellas sea mala actriz, ni que sean tan buenas, pero es curioso que sus incursiones en el cine internacional hayan sido en su mayoría papeles secundarios, como de adorno, y si hicieron estelares fueron bastante olvidables. De Salma Hayek, fuera de una escena bailando con una serpiente, dudo mucho que se le recuerde, sin embargo hay una película que merece ser mencionada, pero que pasó sin pena ni gloria, en la que demostró que sí puede actuar, se trataba de unos asesinos seriales, salía con Jay Leto y John Travolta, pero del nombre ni me acuerdo. Se habla ahora de Martha Higareda, como la nueva María Félix, si eso es a todo lo que aspira, creo que ya casi lo logra, salió ‘de adorno’ en una película con un guión flojo de James Elroy, su papel lo pudo haber hecho María Conchita Alonso, o alguien igual, no puedo decir más, porque sólo la he visto en esa película. En fin, a lo que iba, de todas las actrices mexicanas que han ‘triunfado en el extranjero’ sólo una puede presumir de haber tenido el papel protagónico en una película que haya ganado la palma de oro de Cannes, ella fue Silvia Pinal en Viridiana. Y no intento hacer ninguna alegoría de ella, sólo digo que es un tanto injusto que jamás se le mencione, aunque tiene su prestigio dentro de las fronteras mexicanas. Viridiana es una historia en la que se ve que a veces la humildad tiene mucho de orgullo terrenal, la lucha del sermón de la montaña y las realidades que son el pan nuestro de cada día, quizás la idea de que en un mundo material el cuerpo pesa más que el alma, ya sabes, cosas de la ley de gravedad, en ambos sentidos de la palabra. Me pregunto qué tanto tendrá que ver esa película de Buñuel con el título del “Beggars Banquet” de los Rolling Stones.

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