Saturado de alabanzas a la juventud, ese tesoro que se sólo se valora una vez que lo hemos agotado. Alabanzas a la belleza, ese don que justo en el momento en que más lo aprecias, se escapa como un ladrón llevándose consigo lo vano de tu corazón. Alabanzas al dinero, que entre más se tiene más se quiere y más desvelos produce. Alabanzas a la venganza que por mera justificación solemos llamar justicia. Alabanzas a la poesía comercial que sólo conmueve cuando vende y que se disfruta mejor en grupo. Alabanzas a la seguridad y a la rutina que encadenan tu libertad y te libra de pasar fríos y de contemplar a la luna. Alabanzas a ese Dios en altares de oro del cual esperas misericordia, que no tienes ni siquiera contigo mismo. En cambio yo, en vez de todas las alabanzas comunes sólo quiero agradecer al destino el haberte conocido.
3 comentarios:
ALABANZAS A TUS LETRAS...
Oye, ¿se puede saber qué hiciste durante un año en el lugar más naco del mundo (Miami)?
Oye, por cierto, extraña un poco la clasificación en la que autoproclamas este blog... Se me hace muy pretencioso creer que cualquier divagación merece ser publicada... Escribes bien pero, en lo personal, aún te falta conseguir esa unidad misteriosa que conforma un buen libro (aunque sea de divagaciones)... La otra opción es que te unas a la gran cantidad de basura que habita en la librerías. Pero no creo que quieras eso, ¿o sí? Como sea, te mando un beso... Gracias por leer mi blog.
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