Todo sindicalizado, pero los sindicatos ven por los intereses supremos y los de abajo, al carajo. Todo agrupado, todo en conjunto, grupos y organizaciones. Adiós a la independencia real. Uh uhhhhh. Arrodillados ante la tecnología y las efímeras maravillas de marras. Las 70 vacas flacas en el nuevo sueño del faraón, quien trata de mantener su insomnio dopado en pantallas planas. Shirley Temple no fue por siempre niña, y Michael Jackson menos; nadie lo logra, por eso Nunca Jamás se llama así. El último cierra la puerta, pero el problema es cuando se olvida que hay que cerrarla DESPUÉS de salir. Azotes de puertas y 20 latigazos más al pobre chico de la cruz. Apocalipsis ¿a poco? Suficiente tengo con mis propias faltas como para hacerme cargo de lo que tú perdiste. No es el fin, siempre ha habido épocas así… está en los libros. Las ratitas en su laberinto tampoco encuentran la salida. Uno no puede ser lo que no es, no importa que tan bien le ajuste a uno el traje de piel de oveja, y aunque me he forzado a encajar, nunca lo he logrado. El dinero plástico a la alza. Todo es virtual, hasta el amor (aunque creo que éste siempre lo fue). Y vendrán revoluciones, cambios, pero al final todo se repetirá. Ahora somos muchos, demasiados, extremadamente juntos, pero islas al fin y al cabo. La frase que se me tatuó en la memoria: “para sobrevivir: yo no te pelo, tú no me pelas, y ya está”.
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