sábado, 24 de abril de 2010

Fase

Es tan solo otro arranque de palabras, salido de mi ronco pecho y corazón maltrecho. Un arranque arrancado del alma, sin calma, perocon una estructura fractura más o menos correcta, no recta, aunque carente de ideas. En la aparente indolencia, sin dolo, confieso que muchas cosas aún me duelen e importan, nacionales y extranjeras. Me sigo preguntando ¿qué es lo que era tan especial? Muchos libros, películas y conversaciones interesantes. Mucha religión en el camino, que ahora me importa un comino. Honestamente no sé por qué tantos recovecos, para al final no encontrar ni un sentido, más que el sentido pésame. Aún admiro la belleza, pero eso no me llena, ni yo a ella; la verdad nada parece ir más lleno que las ballenas; al menos sólo nominalmente, normalmente. Ojalá no se dé el caso después del final tener que empezar otra vez, de nuevo y como nuevo. Ahora lo que más me asusta es la inminente vejez. Aunque haya encontrado quienes coinciden conmigo, en el fondo siento, al 100%, que nadie piensa como yo, me alegra que no haya aquí dos que piensen de manera idéntica. Pocas cosas me calientan, como me calienta el sol. Para qué retomar la pluma cuando no se tiene realmente nada que decir, cuando no se puede volar y cuando lo único que puedo expresar es tedio y un sentimiento infeliz. No me quejo, aunque los conformes digan lo contrario. Espero no sonarle desagradecido al destino, no quisiera hacerle agravios y por ende ponerme en una situación grave. Puede que se trate de una fase pasajera, aunque ya lleva mucho tiempo anidada en mi persona. ¡Quién pudiera encontrar el no-ser en el mar de la calma!

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