lunes, 28 de abril de 2008

Exilio

Ya sea por la política o por el dinero, estar en el exilio es estar lejos, muy lejos, del lugar y de la gente a los que perteneces; lugar y gente que se quedan, que te olvidan más cada día. El regreso del nativo es el olvido, las fachadas son distintas. Por él han rezado ya muchos rosarios y en diversas ocasiones lo han enterrado en el cementerio de la desmemoria. Lázaro que resucita apestando, un zombi entre los vivos. Nadie quiere enterrarte de nuevo. Entonces empieza el segundo exilio, más duro de sobrellevar que el primero, el verdadero, el exilio del corazón.

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