viernes, 4 de abril de 2008

Eclipse

El eclipse lunar en pleno. El licántropo quedó a medio pelo, medio frío, mitad bestia, mitad animal. ¡Que mal! Los suicidas quedaron también a medio salto del asalto definitivo a sus vidas, suspendidos en el punto equidistante de su caída entre la vida y la muerte, ¡vaya suerte! La luna incompleta es la media luna que no alcanza para llenar hueco alguno, mucho menos el que tengo en el corazón sin coraza. María ordenó a las mareas que dejaran de marear al marinero. El coyote se hizo soprano ante la sorpresa de la media luz. Los gatos fueron más pardos y las mujeres del bar pudieron salir por un rato a conquistar incautos en las calles. Y no se diga más de los lunáticos, quienes desconcertados empezaron a considerar decir ¡ra, ra ra! al dios sol. El faraón monoteísta dio saltos de felicidad en su tumba, tumbada en la arena del desierto, ahora sobre poblado (bajo el vacío). A las iguanas les da igual, la luna está muy lejos y nadie sabe si es de queso. En realidad a nadie le importa eso. Soy inocente de esta indecencia verbal, víctima de mis vicios y adicciones, de escribir incoherencias inmediatas. La culpa la tiene esta buena foto http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar/2281295944/
No se diga más.

1 comentario:

Bizomáticas dijo...

Amo que escribas, lamento no tener todo el tiempo que quisiera para leerte, para charlar, y no es sólo la distancia, o el exceso de laburo lo que jode, jode todo eso junto y nosotros separados.
Un abrazo Monsieur Mexique, su amiga Argentina Agustina Saubidet