Luna rota. Deseos a medias porque la soledad es un muro. Aspiraciones con una sola fosa, la común. La marea se vuelve mediocre como la burocracia con puestos vitalicios. Todos los locos se hacen filósofos de tercera y comienzan a ser creativos de agencias de publicidad, autores de superación personal y guionistas de televisión. El sol se alegra. Luna rota y runa lota. Poco queda por hacer. Me robé el título para no hacer mucho y ahora soy un doctor impaciente y sin clientes. Las estrellas se alegran y brillan empachadas de ser las más destacadas en el cielo. Que me voy que me voy que me voy y no me he ido. La luna ya no alumbra mi camino. Tus 28 días deberás ahora contarlos con un ábaco, pues ya no hay luna que te apoye en tus matemáticas árabes. Los coyotes y los lobos enmudecen. Ya nada es igual.
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