miércoles, 24 de septiembre de 2008

Una pareja conversa

El mundo de las charlas de los viejos, se asombran de aquello que para las nuevas generaciones es lo normal, lo cotidiano. Parecen olvidar que cuando ellos fueron jóvenes, también escandalizaron. Ahora sus recuerdos son con tinte ocre de nostalgia y huelen a naftalina. Visten ropas que les parecen juveniles, y que en realidad son tan modernas como sus añejas ideas. La mujer del grupo, antes una belleza, muestra los surcos que dejaron las sonrisas y los años en su cara, su acompañante ya no está planeando la estrategia para llevársela a la cama. La lujuria también acumula polvo, y para ellos es una vieja leyenda. Voces que se escuchan huecas, frases repetitivas, temblores que no son ocasionados por el nerviosismo. Por ahí se dice que “si tenemos suerte”, todos vamos a acabar así.

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