Laberinto con paredes de espejo, atiborrado como el metro en hora pico. Despedidas de gente que insiste en volver. He visto mucho y a pesar de los cambios aparentes, todo es realmente igual. Cinco mueren mientras otros diez nacen, quinientos mienten mientras uno dice media verdad. Los viajeros cansados dejan empolvar sus maletas y los sedentarios en algún momento se disponen a viajar. La gente es la misma aquí y en China, sólo varían las complexiones y los colores. Las conductas y las ilusiones sólo cambian de apariencia, en tanto que el tiempo es circular. Ya olvidé quién dije que sería yo, tampoco recuerdo las personas que fui. He visto rostros lozanos ajarse con los años y también los he visto volver a nacer. Aunque nada cambie y me diga a mí mismo en momentos que todo es igual, descubro que todas son variaciones mágicas de una sola maravilla y sólo por eso vuelvo a respirar.
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