Cansado de la necesidad y de las rivalidades, Venus y Marte son sólo planetas y nosotros animales. Me cansa rogar y no me gusta verte llorar. El mundo gira, sin importar que estemos solos o acompañados; no le interesa que soñemos o que nos desengañemos. El viejo bulevar pavimentado con trozos de corazón, huele a amor no correspondido y a la rutina profunda como precipicio. Caí ante ti por tu belleza, creí que tenías grandeza, decepcionado, como si hubiera probado un dulce salado. Ahora no sé si debo continuar a tu lado, cansado de contar a todos lo que me pasa, cansado de pintar lo que a todos pasa. Quejas o conformismo, explotación e idiotismo. Lo más raro es que no estoy enfadado, sólo desilusionado, cínicamente echado a un lado. El viejo bulevar, pavimentado con ambiciones olvidadas. Por allí te veo pasar, pero no dices nada. Caí a tus pies por tu belleza, y pensaba que también tenías nobleza. Decepción, como el número equivocado. No debo continuar a tu lado.
1 comentario:
La desilución es un caramelo muy amargo que se atraganta y cuesta digerir.
Y cuando pasa nunca mas queremos saber de el.
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